miércoles, 29 de junio de 2011

Serie Cuatro Bodas - Nora Roberts

¿De qué va la serie? 

Mackensie, Parker, Laurel y Emmaline son amigas de toda la vida y juntas han pasado de jugara a El día de la boda a montar  un muy próspero negocio de planificación de bodas. Junto a las chicas están la señora Grady, que cuida de que no se mueran de hambre y  a cada uno en su sitio cuando hace falta; Delaney Brown, hermano de Parker y abogado de la empresa, que ejerce de hermano no sólo con la que comparte genes sino con las otras tres.... Y de qué manera. Jack, mejor amigo de Del, y un par de buenas manos extra cuando se le necesita.... En su vida laboral, ejercen de pequeñas hadas madrinas, expertas en realizar sueños, resolver crisis de última hora y lidiar con novias de todo tipo, familiares de los más variopinto... Todo con sólo un propósito: La boda perfecta. Pero, a pesar de ayudar a miles de parejas felices a organizar el día más grande de sus vidas, las cuatro no han tenido suerte en el amor…


Album de boda  

El primero de la serie nos habla de Mackensie. Mac, como se la conoce cariñosamente, se encarga de la fotografía en Votos. Es la más chicazo, por así decirlo, el caos y el desorden personificado, salvo cuando se trata de su trabajo.  Tiene miedo aterrador al compromiso, fruto de una infancia inestable con un padre ausente y una madre que se cree el centro del universo. Mac parece una chica fuerte, pero sólo hay alguien capaz de doblegarla. Su madre. Laurel es lo más aterrador que yo me he podido encontrar. No tiene medida , se aprovecha de su hija, la chantajea emocionalmente para conseguir lo que quiere sin el menor remordimieto.y su hija no sabe decir No. 
Hasta que aparece Carter, un profesor de literatura algo despistado y y con cierta tendencia a los accidentes, que pasó por la vida de Mac como un fantasma, invisible para la pelirroja, de quién Carter estuvo perdidamente enamorado. ¿O debería debería usar el presente? A pesar de su torpeza y de su inexistente don de palabra cuando tiene a Mac delante, Carter consigue llegar al corazón de la fotógrafa desde un primer momento. La pregunta es si Mac podrá dar el gran salto y confiar en alguién completamente.

Una de las cosas que más me ha gustado de esta historia es que el Príncipe azul, el heroe... Pues no es para nada heróico. No tiene sentido de la oportunidad, se le quema la cena, tiene un bagage sentimental y sus propios fantasmas dentro del armario, es pacífico por naturaleza y no le  van los líos... Es un tío normal. Un tío normal que tiene muy claro que quiere a Mac.  


Para que veais como es la cosa del marketing, esta novela tiene hasta su propio juego de esos de objetos escondidos, obviamente ambientado en el mundo de las  bodas, y con nuestras amigas como protagonistas. A mí me suelen gustar much este tipo de juegos de observación, pero debo admitir que no lo he probado. Aún.  Aquí os dejo el enlace por si os apetece probar a vosotros


Rosas sin espinas 

A continuación, conocemos la historia de Emmaline, la encargada de las flores y la decoración.
Al contrario que Mac, Emma proviene de una familia estable, donde sus miembros se apoyan y quieren incondicionalmente; una familia numerosa, donde las fiestas son auténticas muestras del cariño que se profesan. Junto con Parker, ha tenido una vida sin grandes problemas o dramas y una educación exquisita y cuidada.  Em es una belleza, un imán para los hombres y sabe perfectamente bien cómo manejarlos y qué le pide a su hombre perfecto. O eso cree. Hasta que Jack, ese amigo de toda la vida, comienza ser más que un amigo.
 Nunca una avería a pie de carretera dió tanto de sí.  Em sale de una de las fiestas y Jack lo hace al poco y se encuentra a la florista y su coche a un lado de la vía. Se para para intentar solucionar el problema y, con una sola mirada bajo el capó del coche y con el embriagador aroma del motor, comienzan a surgir los problemas.
Los dos tardan un poco en admitir que ahí está pasando algo, pero una vez hecho,  hay que encontrar la forma de contarles a todos , a ese grupo cerrado que consideras tu pequeña familia (y especialmente a Del, que protege a las chicas como todo un doberman), que  las tornas han cambiado y que Jack y Emma ha cruzado la línea de la amistad.
De las tres parejas (la cuarta entrega aún no la he comprado :P ), ésta es la más fogosa.  Y si no, que se lo pregunten a Lauren jajaja.
En cuanto a la historia, me ha gustado. Los amigos que pasan a ser algo más son un clásico y dan mucho juego, pero la  he visto demasiado plana. Quiero decir, tiene sus momentos; pero después de haber leido las otras, ésta me supo a poco.
En este libro también se dan pinceladas de lo que serán las siguientes historias, algo típico en la autora. Y Carter está más encantador aún, si es que eso era posible. 
Sabor a tí 
NOTA: Una frivolidad... Estuve a punto de no comprar este libro porque su nombre me recordaba a cierto programa de la tarde de Antena 3. Demos gracias a los dos anteriores por describirnos a una Laurel tan interesante que supo traspasar esa barrera sin el menor problema jajaja.
En el tercero de la serie conoceremos la historia de Laurel. Ella se encarga del catering en Votos, la empresa que llevan las cuatro amigas con un éxito indiscutible, aunque su especialidad son los postres. Leer esta novela debe subir tu nivel de glucosa de forma alarmante porque describe unos postres tan deliciosoooooooos que casi rogaríamos porque la lectura fuera de esas interactivas y te permitiese oler esas delicatessen que prepara Laurel jajaja. 
En cuestiones familiares, Laurel está en el grupo de Carter. Familia desestructurada, valiéndose por sí misma desde hace mucho tiempo, con los pies bien puestos sobre la tierra y cuyo único apoyo cierto han sido las personas que ahora la rodean y que, a pesar de la distancia que los separo durante una etapa de su vida, han sido su constante.
Laurel es quizá la que más secretos guarda de las tres que he conocido hasta ahora. No sólo en cuanto a cómo consiguió su sueño de ser una maravillosa repostera sino a su interés por Del Brown, el hermano de Parker. 
Durante años lo ha disfrazado en una especie de guerra de puyas entre ambos, tienen ese tipo de relación en que, a pesar del cariño que se sabe existe por ambas partes, no pueden dejar de fastidiarse el uno al otro. Ella porque no soporta que el sea un listillo (inteligente, muy inteligente) maniático del control en los negocios y en su vida personal; él, porque realmente disfruta de estas luchas dialécticas ya que Laurel es una digna oponente.
De repente un día, harta de que la trate como a su hermanita, decide demostrarle con hechos que ella no es su hermana. Y Oh, Dios, la que se lía. A ese momento seguirá el secuestro de unos zapatos, un par de notas o tres, desternillantes,  y el resto lo hará la natural manera de comunicarles a los demás lo sucedido.
Tengo que decir que Del me parecía un personaje soso de principio a fin, pero que, a medida que avanza la historia, y ves cómo reacciona a las provocaciones (algunas veces es el propio Del el que las busca) de Laurel, me he reconciliado con el personaje.  En esta historia, Del prueba un poco de su propia medicina. Si leistéis el libro anterior, entenderéis lo que quiero decir. Su indignación con Jack cuando se entera de que éste está interesando en Emma... Y que ahora el pase por lo mismo con alguien a quien, toda la vida, ha considerado como una hermana. 
Laurel y Del hacen  promesa  de no pasar de los besos, al menos durante un mes  cuando todo comienza. Para darse tiempo y comprobar que lo que sienten puede ir a más (Del es el que necesita ese tiempo, en mi opinión, para acostumbrarse a la idea de sentirse atraido por Laurel) porque temen estropear su amistad. Sobre esa promesa, los demás harán una apuesta. Y hasta los mismos protagonistas acabarán participando. Luego, Laurel da una explicación matemática de por qué, aunque han ganado la apuesta, en realidad la han perdido. Cosa que no es más que una justificación para conseguir lo que en ese momento quiere jajaja. 
La historia de Del y Laurel es la que me ha gustado más por el momento. Por el carácter de Laurel, sobre todo y por la reacción que he tenido hacia Del, al que de alguna manera no lo veía en el papel, por así decirlo. A falta de leer la cuarta, considero a la repostera el más refrescante de los personajes y la pareja, una de esas que se encuentran en plena batalla para no perder el control (sobre todo, él. Porque ella ya hizo bastante dando el primer paso. Pobre). La idea de empezar una relación con alguien que te conoce de toda la vida y de quien, supuestamente, tienes poco que conocer. Pero la vida te da sorpresas , aunque se conocen,  aun pueden descubrirse y soprenderse.

Conclusiones:
Bueno, como no hay tres sin cuatro -el dicho no es así, pero en este caso tendrá que servir.- Próximamente leeré el cuarto de la serie, aunque he de decir que han ido adelantando tanto en los dos últimos que casi se me quitan las ganas de leerlo. A ver si la señora Roberts me sorprende. 
En general, esta saga de las novias me ha gustado. Es el tipo de lectura tonta que una necesita en ciertos momentos. Si tuviera diez o doce años, leería Cenicienta o Blancanieves -es un decir. Las niñas de esa edad ahora están con Hannah Montana, los Jonas Brother y High School Musical.- Como no estoy dentro del grupo de futuras quinceañeras, me conformo con leer de vez en cuando una de esas historias románticas, simples y de mujeres como yo, por así decirlo jajaja.

viernes, 24 de junio de 2011

Mis amigos, mis amores - Marc Levy


De qué va:

Antoine y Mathias no han perdido el contacto desde que se conocieron de niños. Ahora, ya treintañeros, siguen compartiendo muchas cosas, pues ambos han pasado por un divorcio y por la experiencia de ser padres: Antoine, de un niño llamado Louis, y Mathias, de una niña llamada Emily. Pero mientras que Antoine se fue a vivir con su hijo a Londres, Mathias sigue residiendo en su París natal, cada vez más insatisfecho con su trabajo y teniendo que soportar que su hija viva también en la capital inglesa. Por eso cuando Antoine le propone regentar una pequeña librería en Londres, él acaba aceptando la oferta. Sin embargo, sus planes se ven trastocados por la decisión de su ex mujer de trasladarse a París por motivos laborales y de pedirle que se haga cargo él de Emily, para que la niña no tenga que adaptarse de nuevo a un cambio de hogar y colegio. Esto dará pie a que Mathias y Antoine decidan pasar de ser vecinos a vivir en la misma casa para así criar juntos a sus hijos. Eso sí, comprometiéndose a respetar dos reglas básicas de convivencia: no contratar a una canguro y no traer mujeres a casa.
Mis amigos, mis amores, la nueva obra del afamado novelista Marc Levy, es la historia de dos amigos que aprenden juntos a superar su soledad y a afrontar su condición de padres solteros. Tierna y cómica a la vez, esta novela de destinos cruzados hará las delicias de aquellos a los que les emocionaron Ojalá fuera cierto y Volver a verte.

Tercero  del  Maratón  Marc Levy

Qué tal estuvo:
Tengo que hacer una confesión. He tenido que esperar dos o tres días para escribir mi opinión sobre este libro porque, cuando lo terminé, estaba con un verdadero subidón. Me encantaba, me gustaba tanto que no sabía si esa opinión se debía al libro en sí o a mi estado anímico.
Pues bien, tres días después puedo confirmar y confirmo que éste ha sido uno de los libros que más he disfrutado en mucho tiempo. 
No entiendo por qué todo el mundo se empeña en catalogar a Levy o a sus historias como románticas. Hay historias de amor romántico, pero no son o, en su mayoría, no suelen ser el eje central. Y aquí hay historias de amor: amor fraternal, amor convertido en cariño, amor filial, amor paternal....
La historia comienza tal y como cuenta la sinopsis, con Mathias mudándose a Londres para: 
  1. Pasar más tiempo con su hija.
  2. Combatir la soledad en la que vive.
  3. Intentar reconquistar a su ex. 
Pero nada sale como esperaba. Tal y como llega a Londres se entera de que su ex vuelve a París por temas de trabajo y, aunque vive cerca de Antoine, sigue sintiéndose solo y al borde la claustrofobia en el minúsculo apartamento que comparte con su hija, único aliciente de su residente cambio de residencia.
Tras mucho dar la tabarra, y más por preocupación del estado mental de su amigo, Antoine accede a compartir casa con Mathias. Esto aquí todo muy ligerito, pero atentos a los métodos de Mathias para persuadir a su amigo.
Tras conseguir su objetivo, Mathias y Antoine tienen que lidiar con los problemas de convivencia y establecen dos reglas básicas: Nada de mujeres y nada de canguros. Ya comprobareis que estas reglas no escritas van aumentando a lo largo de la novela, dando lugar a momentos realmente cómicos.
Los caracteres de Mathias y Antonie están claramente definidos y son la principal fuente de conflictos entre ambos. Durante las primeras páginas, Mathias se comporta de forma tan pueril, rezongando por todo, poniéndole pegas a todo e intentando salir con la suya en cada momento( no es que eso cambie mucho a lo largo de la novela jajaja)... A veces hasta me daban ganas de abofetearlo.
Antoine, por otra parte, parece más centrado. Y la palabra clave es parece. Es un padre responsable, eternamente preocupado por cómo afecta a su hijo que su madre haya decidido cambiarlo por misiones humanitarias en África o no sé sabe muy bien qué... Pero, como todo, tiene sus puntos débiles.
La relación de Antoine y Mathias, peculiar donde las haya, llega a tal punto que el resto de personajes se mofan continuamente de este matrimonio mal avenido y, os juro, que han sido la causa de verdaderas risas y carcajadas mientras leía. Pasan por todo lo que un matrimonio de años haría: reuniones del cole, vacaciones juntos, conciliación de horarios laboral y familiar... Atento al tema de las vacaciones, porque es una de las partes más cómicas del libro.

Ambos utilizan esta amistad para esconderse de aquello que los aterroriza a morir: volver a enamorarse, a confiar.... Pero el amor aparece. Unos los ven a primera vista, sin ningún tipo de venda y a otros les cuesta dios y ayuda y una buena patada en el culo, pero lllega.
Mathias y Antoine están rodeados de una coro de personajes, todos ellos igual de especiales en cierto sentido. Sophie, la dueña de la floristeria de enfrente;  Ivonne, propietaria del bar en el que los personajes desayunan y que ejerce de madre de todos ellos. Este personaje me recordaba tanto a Mathilde, la camarera del puerto de Siete días para una eternidad; McKenzie, la mano de derecha de Antoine en su empresa de construcciones; Audrey, una especie de diosa bajada del Olimpo con algun que otro secretillo a las espaldas;....

Mención aparte merecen los hijos de ambos: Louis y Emily. Son muy inteligentes, a veces más que sus propios padres; y muy maduros para su edad, pero supongo que pasar por un divorcio/separación suele espabilarte un poco. Aún así, de cuando en cuando demuestran que no dejan de ser niños. Me encanta cuando Emily termina escribiendo en su diario y Louis haciendo anotaciones al margén.

Por último, pero no menos importante, los que hemos leído a Levy nos llevaremos una pequeña sorpresita bien avanzado el libro. El autor suele hacer este tipo de cosas, pero nunca un regalo tan bonito como éste. Atentos a esas vacaciones en Escocia y con quién se encuentra Antoine jajajaja.

Siento este testamento, pero el libro lo merece. He intentado no destripar nada, aunque sí contar lo suficiente para que os motive. Recordad que es una opinión personal y no profesional jajaja Os juro que cuando terminé este libro casi sentí pena de no volver a saber de Antoine, Mathias y todos los demás. Aunque con Levy nunca se sabe....


martes, 21 de junio de 2011

Páginas a 24 fps: El cielo protector

¿De qué va?:
1947... Port y Kit Moresby llegan en barco al norte de África. Al cabo de diez años de matrimonio, para esta sofisticada pareja norteamericana resulta difícil la convivencia. Port, un músico que lleva un año sin trabajar, busca en el desierto una fuente de inspiración y nueva savia para un matrimonio que se muere, mientras Kit, cansada de viajar, espera que un milagro le devuelva a su marido. Tienen un compañero de viaje, George Tunner, un joven rico y mundano, fascinado por los Moresby y atraído especialmente por Kit. Port, que se define insistentemente como un viajero y no como un turista corriente, no está muy seguro de su destino, pero está decidido a dejar atrás el mundo moderno, por lo que finalmente ambos se adentran en el Sáhara esperando encontrarse también a sí mismos. El viaje no lleva a la reconciliación, y Port y Kit se vuelven hacia otras personas en busca de consuelo. Kit tiene una breve aventura con Tunner y Port se siente seducido por una hermosa muchacha árabe, pero estas aventuras sexuales tampoco provocan una respuesta o una reconciliación. Tunner acaba marchándose y Port y Kit, adentrándose cada vez más en el desierto, no encuentran ni alivio ni inspiración, sólo el sol, la arena y las rocas de una civilización más antigua y más dura que los va destruyendo gradualmente.

Sirva de precedente que no es un libro que leí por libre elección. Eso no debería ser óbice para que, directamente, no me gustase, pero la realidad es que ése fue el resultado. Leas donde leas, todo el mundo pone a este libro por las nubes: Paul Bowles, un  genio. El cielo protector, una obra maestra. Uno de los grandes clásicos de la literatura americana... Pues bien, que me perdonen Bowles, los americanos y los hermosos cielos anaranjados del Sáhara, pero a mi me resultó un auténtico suplicio leerlo y mucho más tratar de resumirlo en pocas palabras. El cielo protector es uno de esos libros que hace un viaje por el lado más oscuro del alma humana, está lleno de pesimismo, tristeza, sexo y, a mi entender, tópicos llevados al extremo sobre la cultura árabe en general. 
Se detiene en interminables descripciones de paisajes, de viajes y lugares... Pero lejos de alentarme a conocer aquel paraiso desierto, lo que hace es quererlo evitar a toda costa. Las descripciones, o el exceso de ellas, no son signo de una mala historia (sirva de ejemplo, Los pilares de la tierra y sus interminables canteras de piedra o El señor de los Anillos y sus frondosos bosques, ríos, etc), pero en esta ocasión, se me hizo soporífera. Nunca llegas a tener muy claro hacia dónde va el autor o qué persigue con tal o cual acción.
En general, Bowles y su obra están llenos de esa oscura sombra de pesimismo y falta de energía para enfrentarse a la vida, como si el destino estuviese ya marcado y éste fuera poco menos que nefasto.

Tras semejante experiencia literaria, uno pensaría que nada más lejos de repetir. Pero la versión hecha para pantalla grande tenia sus grandes alicientes: un director y un reparto de campanillas. Si el libro no era del todo de mi agrado, tal vez el cine pudiese salvarlo para la causa.
Un director: Bertolucci
Cualquier aficionado, ya no digamos cinéfilo, tendría expectativas ante alguien capaz de tener en su haber El ultimo emperador, Novecento o El último tango en Paris. Bueno, pues todos tenemos un mal día. En mi opinión, se quedó en lo que nos quedamos todos: la sórdida relación sexo del matrimono fuera del matrimono, de un compositor que no compone y una escritora que no escribe y a los que el desierto parece condenar al más negro de los viajes con un más que esperado trágico final.

John Malkovich, Port Moresby
Para un músico, no crear música es como morir. Y Moresby muere en más de un sentido. Busca en la arena del desierto el último aliento para salvar su alma de compositor, su corazón y su matrimonio. Ya sé que todo el mundo pone a Malkovich por las nubes y, admito que, hace un gran trabajo dado el poco material con el que cuenta, pero no sé si seré un poco dura si digo que casi lo prefiero en uno de esos anuncios del Nescafé.
 El zoo de cristal (1987) dirigida por Paul Newman.
Tal vez soy yo la que tiene un problema con Malkovich, o más bien con su personaje en esta película, porque después de ver maravillas como El zoo de cristal (En día laborable, a las tantas de la madrugada, en la 2 y en versión original, ahí es ná jajaja) o El imperio del sol, De ratones y hombres o incluso la más comercial El hombre de la máscara de hierro, donde Malkovich a la sazón con Jeremy Irons hacía merecer la sola visión de la película. Un hombre capaz de participar en esa extraña rareza que fue Cómo ser John Malkovich o encarnar a un Valmont capaz de seducir a la ángelical Michelle Pfeiffer en Las amistades peligrosas...

Debrah Winger, Kit Moresby
George Tunner (Campbell Scott)
A favor del personaje de Debrah diré, sin menospreciar a Malkovich, que entiendo que tuviera su affaire con el tal Tunner si éste tiene el porte de Campbell  Scott, por quien siempre he sentido una debilidad a la que aún hoy (cuando lo veo encarnando a Boris deapellidoimpronunciable  en Royal Pains) no le encuentro explicación. Líos con atractivos caballeros aparte, no sé si el ya cargado ambiente que acompañaba a esta película hace que me olvidé que Debrah es la misma a la que Richard Gere saca en brazos de aquella fábrica, que es la misma a la que Shirley McClaine amaba y odiaba por momentos, la misma que hizo conmover el corazón de un frío Anthony Hopkins... Y es que, para según que cosas, los lectores-barra-aficionados al cine, tenemos memoria selectiva, que diría alguien que conozco.
Y ahora diréis: No le ha gustado nada de esta pelicula, pues... Os equivocais. La música es preciosa, una banda sonora compuesta por el incombustible Ryuichi Sakamoto. Y como la música es algo que no podemos explicar con palabras, sirva un ejemplo. El tema principal de la banda sonora cortesía de agmcinefilo o la maravillosa fotografía de Storaro, que convierten las eternas descripciones de dunas de arena, calor casi tangible y atardeceres anaranjados en algo que anhelar.
No sé si con el tiempo, descubriré esa parte de la historia o de la película que parece he perdido. Uno cambia con el tiempo o el tiempo lo cambia a uno... No estoy muy segura de cómo funciona. Y si no es así, ningún tiempo debe darse por mal empleado cuando hablamos de libros. No hay libros malos o escritores malos, sólo gustos literarios diferentes. Y parece que Bowles no es de  los míos. 






lunes, 20 de junio de 2011

Siete días para una eternidad - Marc Levy

Argumento:
Por primera vez, Dios y el diablo están de acuerdo. Cansados de sus eternas disputas y deseosos de determinar de una vez por todas quién de los dos debe reinar en el mundo, deciden entablar una última batalla. Las reglas son las siguientes: cada uno de ellos enviará a la Tierra un emisario que contará con siete días para decantar el destino de la humanidad hacia el Bien o el Mal. Dios y Lucifer establecen que el enfrentamiento se producirá en la ciudad de San Francisco y eligen a sus mediadores. Dios escoge a Zofia, una joven competente, con el encanto de un ángel. Lucifer se decide por Lucas, un hombre atractivo sin ningún tipo de escrúpulos. La tarde de su primer día en la Tierra, los destinos de Zofia y Lucas se cruzan, pero para consternación de Dios y el diablo, el encuentro, lejos de provocar un altercado, toma unos derroteros insospechados.

He de admitir que empecé este libro con algo de desgana porque el anterior que leí de Marc Levy Volver a verte me había gustado tanto que era difícil de superar. Pero la idea de que la lucha entre el bien y el mal se terminara en tan sólo siete días y recayera en las manos de dos de sus mejores agentes, era cuando menos atrayente.
Así que, ahí que empiezo, y la verdad me costó meterme en la historia. Tiene bastantes personajes secundarios y, aunque sabemos que Zofía es una chica ocupada, a muchos de ellos no les encuentras el sentido hasta bien llegado el final. Cuando la cosa parece que se anima un poco.
El detalle del tatuaje de ella y su falta absoluta de apetito en contraposición con la voracidad de él es algo que después nos dará algunos momentos de los más tiernos, si bien no entendemos al principio porque tanto hincapie en la comida. La descripción que nos hace de Dios ( o debería llamarlo Houston? jaja) y su particular afición es muy peculiar.
Un personaje que me dío para muchas risas fue el de Mathilde, la camarera del bar del puerto, que tiene alguna de las líneas más ocurrentes de todo el libro:
– ¿Conoces alguna historia de amor que sea sencilla? Zofia, siempre te he visto sola, y eras tú quien me decía: «Somos los únicos responsables de nuestra felicidad». Pues bien, hija mía, tu felicidad mide un metro ochenta y cinco y pesa setenta y ocho kilos de puro músculo, así que, por favor, no pases por su lado. Tratándose de felicidad, hay que ponerse debajo.
Aun así, con historia original y personajes que dan alguna que otra sorpresa, el final ha sido un poco flojo y como a la ligera. Me da la sensación de que a Levy se le acababa el plazo para entregar el manuscrito o algo porque es un final sorprendente, pero flojo y de casi un segundo en el que dices: ya está? 
Quizás es que esperaba demasiado por los que he leído anteriormente, quizás debí esperar algo más de tiempo para leer otro de Levy para no tener tan reciente el anterior, pero... si una hace una maratón, hace una maratón.

sábado, 18 de junio de 2011

Just like heaven - Julia Quinn

Honoria Smythe-Smith es parte del famoso cuarteto musical Smythe-Smith y, aunque no se engaña y sabe que dicho cuarteto carece siquiera del menor sentido musical, tiene sus esperanzas puestas en que ésta sea la última vez que se someta a semejante humillación. Con un poco de suerte, ésta será su temporada de suerte y conseguirá marido. Durante una cena, pone sus ojos en Gregory Bridgerton, uno de los más jovenes de la familia. Sabe que no está enamorada, pero él parece una opción más que válida.

Marcus Holroyd es el mejor amigo de su hermano Daniel, quien vive exiliado en el campo. Prometió velar por Honoria y se toma sus responsabilidades muy seriamente. Odia Londres y, durante todo este tiempo, ha permanecido vigilante y ha mediado cuando creía que el pretendiente no era el adecuado.
 
Honoria y Marcus comparten una amistad algo atipica, fruto de los años que hace que se conocen y que convierte a éste en parte de la familia. Sin embargo, un desafortundado accidente hace que ambos se replanteen su relacion y encuentren la manera de afrontar lo que les viene, si tienen el valor suficiente.
Promo del libro:

HONORIA SMYTHE-SMITH:
A) es una violínista verdaderamente mala.
B) aún le molesta que la llamasen Bicho cuando era una niña.
C) NO está enamorada del mejor amigo de su hermano mayor.
D) Todo lo anterior.
 
MARCUS HOLROYD:
A) Es el Conde de Chatteris.
B) Es lamentablemente propenso a torcerse un tobillo.
C) NO está enamorado de la hermana pequeña de su mejor amigo.
D) Todo lo anterior.

JUNTOS ELLOS:
A) comen enormes porciones de tarta de chocolate.
B) sobreviven a una fiebre mortal y a la peor velada musical del mundo.
C) se enamoran desesperadamente .

Las novelas de Julia Quinn ultimamente me dejan un tanto indiferente. Mientras leo, me gusta. Es más, los personajes, su relación de amistad tan poco propia de los tiempos, sus luchas diálecticas,... disfruto mucho con ellas, pero a medida que avanza la novela, la cosa se va aflojando. Los desenlaces algo flojos y en el último momento.

Cuando leí el avance en una de las últimas novelas de Quinn, pensé que prometía bastante pero creo que ha fallado en la ejecución de la historia. Hay momentos realmente cómicos y que te hacen reír a carcajadas; ver a los dos personajes tomándose el pelo el uno al otro o saber lo mal que lo pasa el cuarteto musical, famoso de las novelas Bridgerton,... Pero hay poco más que eso. 
Parece que esto será también una serie de las desafortunadas intépretes de las tan temidas veladas musicales que aparecían en la serie Bridgerton y, sin duda alguna, tengo intención de leerlas. A ver si mejora un poco la cosa,  aunque parece que a la autora se le está acabando la veta que tan sabiamente descubrió con esta larga familia.

Lo que sí me ha gustado bastante es que es un romance bastante tierno y dulce desde el principio. No es de esos de amor arrebatado que Julia Quinn suele ofrecernos y los protagonistas no están desde el minuto uno tratando de echarse encima el uno del otro, en ese aspecto es algo más inocente... aunque acabarán inevitablemente llegando a ese punto.
En fin, no es el peor de sus libros, pero pudo haber sido mucho más.

miércoles, 15 de junio de 2011

Volver a Verte - Marc Levy

Argumento: 
Arthur, un joven arquitecto californiano, vuelve a Los Ángeles después de pasar una larga temporada en París.
Sin embargo, durante todo este tiempo no ha conseguido olvidar a Lauren, el gran amor de su vida que le robó el corazón cuando, a raíz de un accidente, cayó en estado de coma. Gracias a la insistencia y la valentía de Arthur, Lauren siguió viviendo, a pesar de la opinión del doctor y de la madre de desenchufar los aparatos que la mantenían con vida.

Éstos, avergonzados, le hicieron jurar que jamás confesaría la verdad a la joven, que no recuerda nada de aquellos meses. Arthur cumple su palabra, desaparece de su vida e intenta olvidarla. Cuando vuelve a Los Ángeles el destino hará que se reencuentren.

 Primera de la serie Maratón Marc Levy
Partimos de la base de que esto es una segunda parte. La continuación a Ojalá fuera cierto, que si no me equivoco fue su primer gran éxito internacional y que ya tratamos días atrás. El final inesperado y de sabor agridulce de esa primea parte hizo necesaria que el autor se reconciliase con los lectores ofreciéndoles una alternativa a todo aquel maremagnun creado.
Aquí lo del dicho, segundas partes nunca fueron buenas no se cumple en absoluto. Levy nos describe una preciosa historia de amor: loca, a la carrera y, como no podía ser de otra manera, con robo de ambulancia incluida. Trata a sus personajes con el mismo cariño que demostró en la novela anterior y vemos cómo Arthur permanece fiel a sus sentimientos y Lauren se vuelve a enamorar de ese extraño al que solo ha visto unos segundos pero no puede olvidar. Y la manera en que ambos lo hacen sigue siendo tan peculiar como siempre.
Pero la de Lauren y Arthur no es la única historia de amor. Y tampoco la que más me ha sorprendido. Hay otra. De amor fraternal, de la amistad de años, la de Paul y Arthur. Por razones que no conviene revelar para no estropear la trama a futuros lectores, el personaje de Paul tiene alguna de las frases y pasajes más memorables de toda la novela.
Volver a verte es una homenaje al amor más allá de cualquier barrera, pero también a la amistad forjada de años.
Decir que me ha gustado sería quedarme corta. Sirva de muestra que me la he ventilado en apenas tres días. Totalmente recomendable.


martes, 14 de junio de 2011

Maratón Marc Levy I




Después de tanta novela histórica-romántica, me apetecía romper un poco con la Regencia y curioseando aquí y allá, me he encontrado con Marc Levy, alguien de quién hablamos días atrás. Tiene varias novelas publicadas, alguna de ellas realmente interesantes. De momento, me he pillado estas tres para hacer un maratón en los días siguientes, ya que la tele está cooperando enormemente para que devore libros en lugar de mirar un rato la caja tonta.

Ya tendréis noticias mías. Seguiremos informando.


sábado, 11 de junio de 2011

Serie Hemanas Lyndon - Julia Quinn

 Bajo el brillo de la luna
Argumento:
Un simple y breve encuentro ha bastado para que Victoria y Robert, dos jóvenes del condado de Kent, sucumban al amor a primera vista. El futuro conde de Macclesfield y la hija del vicario han reconocido su alma en el otro y han compartido secretos y pensamientos imposibles de expresar... hasta que la realidad de su origen dispar los ha obligado a separarse. Siete años después de su romance y sin haber cruzado palabra desde entonces, los jóvenes se reencontrarán y, con ellos, emergerán los antiguos rencores y agravios nunca expresados, pero también las pasiones oprimidas, selladas durante casi una década, el orgullo maltrecho y los vestigios de un amor más fuerte que el tiempo y las convenciones que deberá luchar de nuevo contra cualquier obstáculo.

Opinión: 


He de admitir que, aunque lo he leído de un tirón, la historia es un poco previsible. Todos los típicos malos entendidos, la claridad meridiana tras el descubrimiento del engaño, la renuencia de la parte ofendida a dar su brazo a torcer hasta casi el último minuto... Todo muy esperado. Algo irritante he encontrado la estúpidez supina de la protagonista, tanto que a veces me daban ganas de dejar el libro o de gritarle cuatro cosas. Luego no hay más que la historia central de los dos personajes. Se mencionan las cartas de Victoria a su hermana, pero nos dicen más bien poco sino nada de la relacion entre las hermanas. No hay personajes secundarios memorables... Bueno, tal vez la tía parlanchina y prima encantadora con los pies anclados a tierra, pero poco más. Algo que se echa mucho de menos en una buena novela del género. No ha sido de mis favoritos de Julia Quinn que, demuestra con el siguiente volumen de las hermanas Lyndon de lo que realmene es capaz de hacer. Un libro para pasar el rato, pero no de los memorables.



Más brillante que el sol
Argumento:
Ellie nunca imaginó que su tranquilo paseo por el bosque acabaría con un hombre a sus pies. Charles Wycombe, conde de Billington, acaba de caer literalmente del cielo con la solución a sus problemas. El aristócrata cuenta con poco tiempo para contraer matrimonio y conservar su herencia, y Ellie debe huir de su casa si no quiere acabar desposada por cualquier vejestorio que su pérfida madrastra considere adecuado. La solución parece clara… una unión de conveniencia entre ambos. La joven nunca ha imaginado casarse con un completo extraño, así que fija una condición inquebrantable: el matrimonio no se consumará hasta que no conozca mejor al hombre que se oculta tras ese bello rostro. Sin embargo, Charles puede ser muy persuasivo, y rápidamente Ellie se verá atrapada por sus encantos seductores. Con un beso que lleva a otro, ambos descubrirán que su matrimonio, al final, no es tan inconveniente como parecía y que tal vez, finalmente, les lleve a experimentar el amor verdadero.

Opinión:
Lo que me he podido yo reír con este libro. Los personajes son los  dos tan chispeantes y cabezotas que dan lugar a las más curiosas situaciones. Los diálogos están llenos de ritmo y a veces me he descubierto releyendo bien uno de ellos para reírme a carcajada limpia. La manera en que deciden casarse, cuando se ponen realmente de acuerdo, es un buen momento para la risa:con ella hecho un autentico desastre y el mayodormo pensando por momentos que su señor se ha vuelto cuando menos loco por querer casarse con semejante  criatura. Pero lo mejor está por llegar cuando, ya como recién casados, a Ellie le ocurren todo tipo de desdichas que ponen a prueba la paciencia de su recién estrenado marido: el incendio en la cocina, la muerte de las rosas en el invernadero, los dos atrapados en una chimenea y el conde con determinados problemas masculinos así como la guerra abierta que tienen el uno contra el otro en cuanto a la consumación de su matrimonio. Absolutamente recomendable para pasar una tarde de risas si eres aficionado al género.

miércoles, 8 de junio de 2011

Páginas a 24 fps: Ojalá fuera cierto

Argumento:
Lauren lleva meses en coma después de haber sufrido un tremendo accidente de circulación. Los médicos la mantienen artificialmente con vida esperando a que un milagro le haga responder, pero el milagro no llega. Por ello, la familia de Lauren pone su apartamento en alquiler y el nuevo inquilino, Arthur, se muda sin más demora. Lo que no se imagina es que se verá obligado a compartirlo con alguien que sólo él puede ver. Y es que en su afán de aferrarse a la vida, Lauren ha conseguido formar parte de la cotidianeidad sin ser vista. Superado el shock de encontrar un fantasma en casa, Arthur convierte a Lauren en el centro de su vida, en su razón de existir. Un amor que no entiende de convencionalismos y que la mayoría no puede comprende.
Ojala fuera cierto fue la primera novela de Marc Levy que leí.
Para ser sinceros, descubrí a este autor casi por mero aburrimiento. Por aquel entonces, yo estaba abonada al Círculo de Lectores y me tocaba hacer el pedido. Aunque parezca absurdo, no encontraba nada interesante -y que se ajustara a mi corto presupuesto - así que el señor Levy fue como la proverbial agua de mayo. 
La historia parecía interesante y sin mucha pretensión más que el mero entretenimiento. Y me encantó.
El tema puede parecer trillado, pero superados los primeros prejuicios de quien espera encontrar una historia lineal y ya revisitada en diversas ocasiones, se sorprenderá. Es una novela entretenida, con puntos divertidos y nada tendente al dramatismo que una situación como la que se plantea pudiera dar lugar. Es una historia de amor, pero una amor más allá del plano físico, y nunca mejor dicho. 
Poco después, Spielberg compró los derechos y, en 2005, Arthur y Lauren tomaron prestados el físico y las voces de Mark Ruffalo y Reese Witherspoon. Y digo bien, con el físico y las voces, porque han hecho variaciones en cuanto a la historia, para empezar con el nombre de los personajes principales - Lauren es Elizabeth y Arthur es David. A partir de ahí, los cambios son evidentes y el final sorprendente.  Estos cambios ya no son cosa para rasgarse las vestiduras porque se han hecho verdaderas barbaridades con obras literarias en aras de un guion comercial y supongo que todo ello cuenta con el beneplácito del propio Levy . Al final no queda del todo mal.
 La verdad es que lo hicieron con gran acierto y es una de mis pelis románticas favoritas, aparte de la debilidad que pueda tener por cualquiera de ellos dos.

El carácter de ella, la irritabilidad de él y un trio de secundarios de lujo y risa encarnando al mejor amigo de él, la hermana de ella  y estrambótico mediumbarradueño de una libreria de temas paranormales hacen de esta pelicula un delicioso entretenimiento para una tarde tranquila de domingo o para ver acurrucada en la cama en una tarde de lluvia.
Siempre es difícl conciliar las páginas de un libro con las imagenes en movimiento, pero creo que en este caso Mark Waters, el director,  y Peter Nolan y Leslie Dixon, los guionistas, consiguieron un producto bastante  homogéneo y entretenido y, aunque no todo lo fiel a la novela que debería, conserva el espiritu cómico que Levy le imprimió desde un primer momento.





lunes, 6 de junio de 2011

Releyendo: La tesis de Nancy


ARGUMENTO:
Nancy es una joven americana que viaja a Sevilla para hacer su tesis doctoral sobre el mundo gitano. Vive en Alcalá de Guadaira y relata todas sus experiencias y peripecias a su prima Betsy, en Estados Unidos, a través de unas cartas. Además de las típicas equivocaciones en cuanto al lenguaje y las costumbres, mucho más marcadas en la época que fue escrita que actualmente, Nancy se enamora de un gitano llamado Curro, con lo que las complicaciones y los equivocos se multiplican por mil mientras conocemos al variopinto grupo de personajes que conforman la aventura española de Nancy y la contraposicion que representa su vida americana a través de las palabras de Betsy. 

Si no nos fijamos en el número de ediciones que lleva y en que su autor no es una de esas escritoras británicas de literatura para mujeres  o chick-lit, cualquiera pensaría que La tesis de Nancy es una novela más de ese género. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Ramón J. Sender debía andar ya por casi los setenta cuando la escribió. Se la define como una novela de posguerra, con una España que se abría muy tímidamente al resto del mundo.
Es una novela para reír, que sorprende y entretiene. Para mi forma parte de uno de los más gratos recuerdos que guardo de mi época de instituto, cuando nos mandaban esas listas de lectura obligatoria que nos mataban y que al final terminabamos leyendo los cuatro ultimos días... o casi.  La tesis de Nancy es uno de esos libros que no olvidé. Puedo no recordar el nombre de la profe de literatura que me obligó a leerla, pero siempre recordaré que lo hizo y que me encantó.

domingo, 5 de junio de 2011

La huella de un beso


O como yo lo llamo. El hombre que no podía besar.
Todo esto viene a cuento de una conversación que tuve hacee unos días con alguien tan aficionado al chick-lit como yo. Ese alguien me decía que a los hombres les cuesta escribir ese tipo de género por razones más que obvias. Es difícil pornerse en la piel de otro. 
No puedo dejar de darle la razón, al menos en lo que ha sido mi experiencia con autores masculinos hasta este momento. Aún así, sabiendo lo que me iba a encontrar, o precisamente por ello, decidí darle una oportunidad. 

No había leído nada anterior de este autor, no tenía referencia alguna, la historia parecía prometedora y la portada era atrayente. Y sí, ya sé aquello de que uno no debe jugar un libro por su portada, pero a veces ese primer contacto visual hace que te pares, mires la contraportada y a continuanción pienses: Vaya, éste puede estar bien.

Argumento:
Max es un tío aparentemente normal que no soporta la celebraciones navideñas y decide huir a las Maldivas durante la temporada. Sólo existe un mínimo problema: Kurt. Su perro, un braco alemán de pelo duro, cuya vida transcurre en un cuasipermanente estado de inactividad. Así que Max ha creído conveniente poner un anuncio para encontrar a alguien que cuide de su mascota mientras él se ausenta.

Katrin lleva una vida rutinaria como asistente en una consulta de oftalmología, su mayor pasatiempo es hacer busquedas aleatorias de casi cualquier cosa en Internet mientras piensa en la excusa perfecta que dar a sus padres para no pasar el día de su cumpleasños, a la par que Nochebuena, con sus padres. Y encuentra la solución en el anuncio de Max.
Hay que decir que Katrin nunca ha tenido relación alguna con la especie canina, debido a un lamentable incidente que tuvo su padre hace ya algunos años, razón por la cual Kurt se convierte en la respuesta a todas sus plegarias. No tendrá que explicarles a sus progenitores porque su hija perfecta y guapísima está al borde de los treinta y sin una pareja formal.

La verdad es que la novela tiene una base simple, un desarrollo bastante simple salpicado de algunos giros inesperados y que te hace reír por momentos, sobre todo cuando Kurt toma la palabra, por decirlo de alguna manera. Es rápida leer,  ideal para mañana tonta de domingo, como ésta.
He de admitir, sin embargo, que en cierto momento se me hizo un poco lenta y casi me hace desistir, así que si llegais a ese punto, tened paciencia y seguid adelante porque merece la pena.

Puede que Daniel Glattauer no llegué tanto, al menos en mi persona, como Marian Keyes o Rachel Gibson, pero lo cierto es que me hace querer darlee una oportunidad a alguna de sus otras obras.
Seguiremos informando.

sábado, 4 de junio de 2011

La perla secreta



Recientemente leí un artículo en el que un psicologo inglés demonizaba a las novelas románticas por algo poco menos que atrofiarnos el cerebro a las mujeres. Obviamente, mi primera reacción fue de incredulidad. Y luego, casi me muero de la risa. Acusaba a estas novelas de crear en nosotras, las del sexo débil, unas falsas expectativas que luego dificultaban nuestras relaciones reales. Además nos azuzaba a las que aún quedamos solteras a que no perdieramos el tiempo entre las páginas de un romance y saliéramos a la calle a socializar antes de que fuese demasiado tarde. 
Creo que todas y espero que todos convendréis conmigo en que la lectura -romántica, ficción o realidad- no es más que una forma de evadirse durante un corto espacio de tiempo de una realidad que a veces nos supera. Y que leer una novela romántica no es más dañiño que convertirse virtualmente en CR9, un zombie o un heroe de guerra, por obra y gracia de la X-Box, la Playstation, etc.
La petición rayaba tanto en lo absurdo que, de alguna manera me empujó a hacer justo lo contrario.Así que aquí me tenéis, he tenido una novela romántica entre mis dedos, he paseado mis ojos por sus páginas... Y sí, mi cerebro aún no se ha diluido. Si mañana no hay un post que siga a éste, ya sabréis cuál ha sido mi destino.

La novela elegida es La perla secreta de Mary Balogh.
El primer encuentro entre Fleur Hamilton y el Duque de Ridgeway a las afueras del teatro Drury Lane no fue muy alentador, es más, se podría decir que fue bastante sórdido. Ella era una prostituta; él, su primer cliente.
Pero lo peor de todo vino cuando volvieron a verse las caras, ya que Fleur está en la casa del Duque y nada menos que como la institutriz de su hija, y lógicamente su esposa, la Duquesa, también vive en el mismo techo.
Con todos estos antecedentes es bastante improbable que el amor entre Fleur y el Duque pueda florecer y que les augure un futuro feliz. Pero, ¿quién sabe? Cuando se trata de una novela romántica todo es posible…



La verdad es que, con un comienzo tan poco prometedor, es difícil imaginarse si esto acabará bien.
Es una novela romántica muy poco al uso pues ni él es el tipico caradura guapísimo y encantador, ni ella la recatada dama de dulces maneras. Los dos han tenido un bagage vital bastante extenso y desafortunado. Se encuentran, si cabe decirlo, al borde de la desesperación, y todo parece presagiar que conocerse tampoco les hará ningun bien. Sin embargo, los caminos del amor son inexcrutables....